NOTA: Esta es una receta familiar, y NO forma parte de las recetas y cortes BLW para iniciar la alimentación complementaria.
Esta salsa es exquisita para combinar con lo que quieras, e incluso para rellenar masitas si usas menos ingredientes líquidos. Además, aporta proteínas vegetales para quienes prefieren no consumir carnes, o para los que necesitan un break en su sistema digestivo.
INGREDIENTES
- 6 tazas espinacas
- 2 tazas hojas brócoli
- 1/2 taza albahaca
- 3/4 trozo tofu firme, orgánico (300 g)
- 3/4 taza leche vegetal
- 1/4 taza agua
- 3 dientes ajo
- 1 cebolla chica
- 1/2 cdta nuez moscada
- 1/4 taza nueces picadas
- 1 cdta sal rosada
- Pimienta a gusto
PREPARACIÓN
Saltear la cebolla en cubos y los ajos. Agregar las hojas verdes y apenas estén blandas, retirar del fuego. Dejar enfriar.
Licuar todos los ingredientes (excepto las nueces), corregir sal y aliños.
Servir con el acompañamiento que prefieras. Te recomiendo combinarlo con quínoa si prefieres mantenerlo sin gluten, o con spaghettis integrales que igualmente queda muy rico! Independiente del que decidas, agrégale las nueces al final por encima para que le den el toque perfecto.
NOTA:
Si no tienes hojas de brócoli, puedes usar más espinacas, kale, u hojas de coliflor.
Puedes usar la “leche” vegetal que prefieras, pero te recomiendo de almendras o avena para este caso.
Es muy importante que uses tofu orgánico, porque es una especie de quesillo que se elabora a partir del poroto de soya. Ya sabemos de sobra que la soya es uno de los alimentos más utilizados para cultivos genéticamente modificados (GMO) y por ende en su proceso de crecimiento se utilizan fertilizantes y herbicidas (como el glifosato o RoundUp como nombre comercial) altamente cancerígenos.